Entiendo mi profesión como una forma científica de ayudar a los demás en el transcurso de sus enfermedades físicas y psíquicas. Creo que el buen médico debe ser también un médico bueno y así me lo han inculcado. En el complejo ejercicio de la Medicina siempre me ha inspirado la frase: "Si puedes curar, cura; si no puedes curar, alivia; y si no puedes aliviar, consuela".